En el pasado se decía que el ser humano estaba compuesto de cuerpo, alma y élan (impulso) vital; es decir, de vida. Actualmente, la teoría de los sistemas sostiene que somos un ensamble de diversos sistemas: nuestra conciencia, nuestro sistema nervioso, nuestro inconsciente… y que cada uno de ellos funciona de modo independiente.
La autonomía de los sistemas permite que, mientras nuestra parte consiente piensa y elabora mentalmente el mundo del cual es partícipe, otra parte trabaja de forma autónoma, generando sus propias respuestas, creando soluciones adaptativas. Así funciona el inconsciente, produciendo en nosotros sueños y actos impulsivos e impensados, y así también actúa el sistema neurológico que –por propia cuenta- reacciona tanto al ambiente externo como a la violencia cotidiana que ejercemos contra nosotros mismos.
Nuestra vida diaria, condicionada por la prisa, la agitación, la tensión nerviosa, el estrés; adaptada al ritmo vertiginoso, la exclusión del otro, el continuo desafío y la confrontación, impuestos por el entorno social y por nuestra determinación racional de seguir adelante pase lo que pase, suscita en el sistema neurológico comportamientos inesperados y devastadores. El cuerpo nos da oportunamente la respuesta: por no perder tiempo, perdemos la vida.
Sobre el Autor
Ciro Marcondes Filho dirige el Centro de Estudios Filosóficos de las Comunicaciones y el Centro José Reis de Divulgación Científica, ambos ligados a la Escuela de Comunicaciones y Arte de la Universidad de San Pablo, Brasil. Es conferencista, traductor, profesor universitario. Estudió Periodismo y Ciencias Sociales, cursó el doctorado en Alemania y el posgrado en Francia. Publicó libros en las áreas de comunicación, filosofía, periodismo, violencia y cultura.