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Por: Hno. Wilber Mendoza, cmsj
La Navidad no es un hecho que se agota en un solo día o en su octava, sino que se trata de todo un tiempo, donde celebramos LAS TRES PRIMERAS MANIFESTACIONES DEL SEÑOR, según la carne.
Es se decir la manifestación de la Segunda Persona de la Santísima Trinidad, encarnado en el purísimo seno de Maria, cuyo nombre hecho carne/hombre es JESÚS.(nombre dado por el Angel y que significa DIOS SALVA) ES LA MANIFESTACIÓN DEL VERBO ENCARNADO.
Veamos ahora estas Manifestaciones.
1. Se manifiesta al pueblo escogido, los judíos que aguardaban al Mesías y están representados por los pastores (25/dic), por ello la lectura de Nochebuena se refiere a ellos como a los primeros que reciben la Buena Noticia.
2. Se manifiesta a todas las naciones mas allá de los judíos. Ellos están representados en los magos de oriente ( 6/ ene). Por eso llamamos a esta solemnidad: LA EPIFANÍA este año litúrgicamente celebramos el domingo 3/ene
3. A toda la creación: el Bautismo del Señor. Es la fiesta que concluye el Tiempo de Navidad Es Revelación, la Manifestación solemne de la Trinidad a toda la creación. Este año celebramos el domingo siguiente a la Epifaní.
Visto litúrgicamente, de esta manera, la Navidad no es justamente el CUMPLEAÑOS DE JESUS
Evidentemente cualquier cristiano de calle poco informado dice con muy buena voluntad, tratando de recuperar el verdadero sentido de la Navidad que se trata de celebrar el Nacimiento de Jesús, por ende, su cumpleaños.
PERO desde la Liturgia, la Iglesia nos enseña algo mucho mas gozoso y esperanzador y nos lleva a celebrar algo mucho algo más profundo. No sólo marcar un día en que Jesús de Nazareth o el Hijo de Dios, es decir la 2da persona de la Santísima Trinidad… se encarnó y se nos manifestó según la carne como decía la antigua Kalenda de Navidad, sino celebrar y gozarnos de lo que eso implica.
Veamos más despacio:
DESDE LA TEOLOGÍA LITÚRGICA lo que en realidad celebramos es:
1. No un día… el 24 y 25…sino UN TIEMPO El tiempo de Navidad, que tiene unos días más intensos de celebración llamada la Octava (del 25 de dic al 1 de ene) y que concluye con la fiesta del Bautismo del Señor (es una fecha movible acomodadas cada año a criterio de las Conferencias Episcopales).
2. SE TRATA DE CELEBRAR LA PROGRESIVA MANIFESTACION DEL SEÑOR… según la carne como canta un antiguo himno parecido al pregón pascual con el que se iniciaba las celebraciones litúrgicas navideñas, llamado KALENDAS.
Es un tiempo para celebrar estas sucesivas y progresivas manifestaciones del Señor, quien nunca antes de la encarnación fue conocido en persona, sino sólo desde que manifestó en carne mortal, por medio de su Encarnación en el purísimo seno de María, la virgen. Anunciado por la Ley y los profetas, en la plenitud de los tiempos se nos manifestó plenamente en Jesús, el hijo de María y el carpintero José.
¿Cuáles son estas manifestaciones?
1. LA NATIVIDAD 25 de diciembre: LA PRIMERA MANIFESTACIÓN es la del Señor es a su pueblo elegido, representado simbólicamente en los PASTORES. Es así que en la Misa de nochebuena escuchamos que el ángel anuncia a los pastores que en Belén les ha nacido el Salvador, el Mesías que ellos esperaban y les invita a ir a verlo. Las promesas que Dios hizo a su pueblo por medio de los profetas está cumplida.
2. LA EPIFANIA 6 de enero (o por razones pastorales el domingo posterior al 1 de Enero. LA SEGUNDA MANIFESTACION del Señor es a todos los pueblos, como Salvador de Todas las naciones, y es representado en los “MAGOS DE ORIENTE”. Ellos no eran miembros del pueblo judío y sin embargo, estaban también llamados a la salvación. Es así que dejándose guiar por una estrella de la fe, llegan a encontrar, reconocer y contemplar al Rey; y le ofrecen sus dones. Estos dones según san Agustín tiene su simbolismo: Oro pues es Rey, Incienso porque es Dios verdadero y Mirra porque es hombre mortal.
Por eso la Iglesia se dirige al Padre con esta súplica en la oración colecta.
"Te alabamos, Padre, porque en este día manifestaste tu Hijo único a todos los pueblos, guiándolos por medio de una estrella
Condúcenos, a quienes te conocemos por la fe, hasta la contemplación de la hermosura de tu gloria"
Y en el prefacio de la Solemnidad reza:
Porque (hoy) iluminaste a todos los pueblos
revelándoles el misterio de nuestra salvación en Cristo, y al manifestarse en nuestra naturaleza mortal nos restauraste con la nueva gloria de su inmortalidad
Conviene saber que por este motivo, los cristianos orientales - bizantinos (rusos, ucranianos, coptos, melquitas, etc.) celebran desde los tiempos apostólicos no el 25 de diciembre, sino el 6 de enero su Navidad. Y esto tiene pleno sentido para ellos, pues no siendo pueblos de origen judío han visto y reconocido al Mesías.
3. LA TERCERA MANIFESTACIÓN: es la del Bautismo del Señor. Jesús se somete a este rito para que se cumpla todo lo que Dios ha dispuesto (cf. Mt 3,15). Descendiendo a la profundidad de la oscuridad y de la muerte que causan nuestros pecados, Jesús abre el camino de la luz y de la vida. Por eso, al mismo tiempo que se abren los cielos, se derrama el Espíritu Santo y Jesús es declarado Hijo por la voz del Padre (cf. Mt 3,16-17 y paralelos). El contexto revela la identidad y la misión de Jesús.
EL SIGNIFICADO DEL BAUTISMO DEL SEÑOR, es múltiple y variado, pues mira no sólo al hecho en sí, sino también a su trascendencia para nosotros, se centra en lo que tiene de epifanía y manifestación, por eso en la oración colecta de la Misa rezamos:
“Señor, Dios nuestro, cuyo Hijo asumió la realidad de nuestra carne para manifestársenos concédenos, te rogamos, poder transformarnos internamente a imagen de aquel que en su humanidad era igual a nosotros”
El prefacio propio del Bautismo del Señor presenta una rica síntesis del significado de esta fiesta:
«Hiciste descender tu voz desde el cielo para que el mundo creyese que tu Palabra habitaba entre nosotros; y por medio del Espíritu, manifestado en forma de paloma, ungiste a tu siervo Jesús para que los hombres reconociesen en Él al Mesías, enviado a anunciar la salvación a los pobres».
Fuentes:
a) AA.VV. Celebrar la venida del Señor: Adviento- Navidad- Epifanía, Dossiers CPL 44,. Barcelona: 1990.
b) AA. VV. (Phase). Año litúrgico: Adviento y Navidad. Barcelona: 1979.
c) BERGAMINI, Augusto. Cristo, Fiesta de la Iglesia
d) BERNAL, José Manuel. Para vivir el año litúrgico
e) CASTELLANOS, Jesús. El año litúrgico memoria de Cristo y mistagogía de la Iglesia. 2.ed Barcelona: CPL, 1996.
f) CONGREGACION PARA EL CULTO DIVINO Y LA DISCIPLINA DE LOS
SACRAMENTOS, Instrucción General para el Misal Romano. III Edición Typica Vaticana.