Por: Hno. Tomás Sosa, OFM Cap.

Como dilecto hijo de san Francisco de Asís, para el cual “la forma y vida de todo hermano menor es vivir el Santo Evangelio de nuestro Señor Jesucristo”, san Pío fue, sin duda, un atento y fervoroso oyente y predicador de la Palabra de Dios.

Nos cuenta otro fraile capuchino que conoció a san Pío, fray Manuel de san Marcos, lo siguiente: “¡Con qué ternura se expresaba cuando citaba textualmente las Palabras del Señor!”.

Para poder citar textualmente las “Palabras del Señor”, antes las tuvo que escuchar, y si las pronunciaba con ternura es que las escuchaba con esa misma disposición. Oír la Palabra, acogerla en el corazón, comprenderla y dejar que ella nos guíe es, sin duda, el camino que nos lleva a la santidad. Fue el camino que recorrió san Pío.

Y la Palabra de Dios no vuelve al Padre sin haber fecundado la tierra; esta Palabra fecundó el corazón de San Pío y como uno de sus tantos frutos construyó un hospital para los más necesitados llamado “Casa Alivio del Sufrimiento”.

En Paraguay esta misma fecundidad de la Palabra de Dios permite hoy día a los Hermanos Capuchinos llevar adelante la Fundación San Pío con sus varias obras sociales: “Casa Alivio del Sufrimiento”, Hogar de Adultos Mayores “Hermano Antonino”, Proyecto de instrumentos reciclados en Cateura, “Casa de la Misericordia” en Ciudad del Este, y en este tiempo de pandemia la ayuda a varias ollas populares en diversos lugares.

Ayúdanos San Pío a ser evangelios vivos y testigos coherentes de Cristo pobre, crucificado y resucitado.

Si quieres ayudar a la Fundación San Pío puedes hacerlo comunicándote al número: (021) 285 798.