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Por: Pbro. Javier Klajner
Al comenzar la Cuaresma rezamos con Mateo 6, 1-6. 16-18.
Algunas ideas para rezar:
Como bien vemos en el texto la centralidad esta puesta en el ayuno, la limosna y la caridad.
Son prácticas base que a lo largo de estos 40 días iremos rezando con las lecturas de cada día, buscando crecer en estas prácticas y así prepararnos mejor para el regalo de la Pascua.
¿Qué se busca?
Con el AYUNO se busca crecer en el dominio de uno mismo. Hay que entenderlo muy bien que no es la mera privación de una alimento, sino el desafío de “desprenderse” o “ayunar” de algo que podría estar “esclavizándome”. La propuesta es que seamos libres de todo tipo de atadura, esclavitudes o prácticas que incluso no siendo malas no nos ayudan a crecer o ser mejores. Propuesta: ¡Anímate a un ayuno de “lengua”! Cuidemos nuestra boca, lo que decimos y por sobre todo como lo decimos.
En segundo lugar al considerar la LIMOSNA tenemos que percibir que está muy unida al ayuno. Es el signo de CARIDAD que acompaña y complementa mi ayuno: si mi ayuno es de alimentos se tendría que traducir en algún alimento para el que menos tiene; si es de “uso de celular” o la el programa que gusta, es para dar ese tiempo a otro que lo necesita o está solo: es volver a las obras de caridad. Propuesta: ¿te acordas cuáles son las obras de caridad corporales y espirituales? Una pista: son 14.
Por último la ORACIÓN. Todo lo anterior tiene que ser para una mejor disposición, para una mayor intimidad con el Señor: para más conocerlo, y conociéndolo más lo ame y así más lo sirva.
Para rezar:
Señor Jesús,
en este día que comenzamos
el camino cuaresmal,
te pido la gracia
de poder vivir cada uno
de estos cuarenta días
como una verdadera
preparación a la Pascua.
Dame la gracia
de crecer en el propio conocimiento
y dominio de mí mismo,
mediante la práctica
de las obras cuaresmales.
Dame sabiduría
para darme cuenta
y valentía en este camino de conversión
que hoy quiero comenzar.
Amén.
Bendecida jornada
P. Javier