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Por: Equipo Editorial
ESQUEMA IV
PERDIDOS Y HALLADOS
Nuestra alegría es la misericordia del Padre
- SALUDO INICIAL
G: En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
G: El Señor está con nosotros.
T: Él está en medio de nosotros.
G: Hermanos y hermanas: en el camino de la vida, muchas veces nos hemos apartado del amor del Padre…Hoy, sin embargo, él nos invita una vez más a retornar a casa, es decir, a reencontrarnos con su gracia, aquella que el mismo Cristo consiguió para nosotros con su muerte y resurrección. Abramos el corazón para estar bien dispuestos a reconciliarnos con él en el sacramento.
1. HEMOS DESGASTADO LA HERENCIA…NOS HEMOS APARTADO DEL PADRE – EXAMEN DE CONCIENCIA.
Leer Lc 15, 11-13
G: Nuestro Padre Dios nos ha dado muchos dones. En primer lugar, nos dio a su propio Hijo, el que entregó la vida por nosotros. Nos ha dado la vida, dones espirituales, intelectuales, materiales, personas, un mundo bello. Pero nosotros muchas veces nos hemos apartado de él. (Hacemos el examen de conciencia)
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2. HEMOS SENTIDO HAMBRE…DOLOR DE CORAZÓN.
Leer Lc 15, 14-16
G: Pero nada puede saciar el hambre y la sed de infinito que tenemos, ni el afecto de los demás, ni el dinero, ni la buena salud, ni el prestigio…nada nos hace completamente felices, siempre hay hambre y sed de más. Reconozcamos esa sed de Dios.
R./ Mi alma tiene sed de ti, Dios mío
Como busca la cierva corrientes de agua,
así mi alma te busca a ti, Dios mío;
tiene sed de Dios, del Dios vivo:
¿cuándo entraré a ver el rostro de Dios? R./
Las lágrimas son mi pan noche y día,
mientras todo el día me repiten: «¿Dónde está tu Dios?» R./
Recuerdo otros tiempos, y desahogo mi alma conmigo:
cómo marchaba a la cabeza del grupo, hacia la casa de Dios,
entre cantos de júbilo y alabanza, en el bullicio de la fiesta. R./
¿Por qué te acongojas, alma mía, por qué te me turbas?
Espera en Dios, que volverás a alabarlo: «Salud de mi rostro, Dios mío». R./
De día el Señor me hará misericordia,
de noche cantaré la alabanza del Dios de mi vida. R./
Diré a Dios: «Roca mía, ¿por qué me olvidas?
¿Por qué voy andando, sombrío, hostigado por mi enemigo?» R./
¿Por qué te acongojas, alma mía, por qué te me turbas?
Espera en Dios, que volverás a alabarlo: «Salud de mi rostro, Dios mío». R./
G: Hermanos: Porque tenemos sed del Dios vivo, porque sin él estamos perdidos y hambrientos, hagamos un acto de sincera contrición.
T: Señor mío Jesucristo, ante ti, que me sondeas y me conoces, humildemente pido perdón de todo cuanto hice, dije, pensé o dejé de hacer en perjuicio de mis hermanos, de mí mismo y del amor de Dios, sobre todo porque pecando te di la espalda, di la espalda a quienes debía amar. He gastado todo cuanto tenía, incluso mi vida la he dejado en manos de salteadores que la amenazan. Tú, Pastor bueno, hermano amoroso, Señor de mi vida, concédeme la confianza en tu misericordia, para pedir perdón una vez más, para gozar de la alegría de saberme amado del Padre y que, con provecho, experimente el sacramento de la reconciliación. Amén.
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3. ME PONDRÉ EN CAMINO – PROPÓSITO DE ENMIENDA
Leer Lc 15, 17-20
G: Sí, nos levantaremos y volveremos a donde nos espera el Padre…hagamos oración en silencio y formulemos nuestro propósito personal ante el Señor que todo lo sabe.
T: Padre, he pecado contra ti y tú tan solo deseas mi bien. No merezco llamarme hijo tuyo, pero tú, incluso entregaste a Jesús, tu amado, por mí, renovando tu confianza y amor de Padre. Quisiera me tratases como a la más pequeña de las criaturas, pero tu amor sobrepasa mis culpas y pecados. Gracias por tu inmenso amor. Ayudado de tu divina gracia, de tu fuerza que suple mi debilidad, propongo no pecar más y si en el futuro, me dejo llevar por lo que me aparta de ti, atráeme de nuevo, Señor, yo en ti confío. Amén.
Te habla tu Padre Dios (Is 49, 13-16)
¡Cielos, griten de alegría! ¡Tierra, alégrate! Cerros, salten y canten de gozo porque Yavé ha consolado a su pueblo y se ha compadecido de los afligidos. Y Sión decía: «Yavé me ha abandonado y el Señor se ha olvidado de mí.» Pero, ¿puede una mujer olvidarse del niño que cría, o dejar de querer al hijo de sus entrañas? Pues bien, aunque alguna lo olvidase, yo nunca me olvidaría de ti. Mira cómo te tengo grabada en la palma de mis manos.
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4. ACÉRCATE AL PADRE – CONFESIÓN DE LOS PECADOS
Leer Lc 15, 20
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5. CELEBRA EL AMOR DE DIOS – SATISFACCIÓN Y ACCIÓN DE GRACIAS
Leer Lc 15, 21-24
Puede buscarse algún otro canto adecuado de acción de gracias.
HOY SEÑOR TE DAMOS GRACIAS (Cesáreo Gabaraín)
(Coro)
Hoy, Señor, te damos gracias,
por la vida, la tierra y el sol.
Hoy, Señor, queremos cantar,
las grandezas de tu amor.
Gracias Padre, mi vida es tu vida,
tus manos amasan mi barro,
mi alma es tu aliento divino,
tu sonrisa en mis ojos está. (Coro)
Gracias, Padre, tú guías mis pasos,
Tú eres la luz y el camino,
conduces a ti mi destino,
como llevan los ríos al mar. (Coro)
Gracias, Padre, me hiciste a tu imagen
y quieres que siga tu ejemplo
brindando mi amor al hermano,
construyendo un mundo de paz. (Coro)
T: Gracias Padre por tu perdón, gracias por ponernos tu manto de gracia, alabado seas por tu Hijo Jesús, quien nos rescató de la muerte, haciéndonos hijos tuyos por adopción, en el Espíritu Santo. Amén.
G: Nos damos un signo de paz, estamos reconciliados con Dios y su Iglesia, manifiesta en los hermanos.
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6. PIDE LA GRACIA PARA TI Y TUS HERMANOS
Leer Lc 15, 25-32
G: Pero muchas veces podemos serlos hermanos mayores que no comprendemos a los menores, a los que aún están lejos. Pidamos al Divino Maestro nos dé la gracia de la fraternidad, que vaya haciendo nuestros corazones semejantes al suyo.
G: Para que siempre viva en gratitud al Padre, que me dio a su Hijo quien murió y se entregó por mí.
R/. Dame, Jesús, tu gracia.
G: Para que no olvide que yo soy el sarmiento, pero que el Hijo de Dios es la vid. R/.
G: Para que nunca me sienta seguro de mí, sino que camine en continua conversión. R/.
G: Para que, si vuelvo a caer, no dude en volver a levantarme, porque el amor de mi Padre Dios es eterno. R/.
G: Para que no sea sordo a la inspiración del Espíritu Divino que me santifica. R/.
G: Para que no deje de pedir en oración por aquellos hermanos que aún no se acercan al Padre. R/.
G: Para que nunca juzgue, sino que, imitando los sentimientos de Cristo Jesús, sea signo de acogida, hermano de todos, verdadero hijo de María en cuanto al servicio y la caridad. R/.
- ORACIÓN FINAL
Hermanos y hermanas: amados y perdonados por Dios, tras un compromiso de llevar más en serio esta vida nueva, digamos la oración que el mismo Cristo nos enseñó: Padrenuestro…
G: El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
T: Amén.